Una marca debe ayudar en la operación diaria. Eso es operativizar la marca, hacerla definidora de cuestiones del día a día.
Una marca debe responder preguntas. Sino, no es marca. Es una confusión de ideas metidas dentro de una bolsa. No tiene forma a nada y es imposible saber a qué se refiere, es imposible deducir qué hay dentro de esa bolsa.
Si una marca no puede decirte de qué color pintar la pared de la oficina, no sirve. Imaginense gente de Delloite discutiendo si la pared es rosa o gris. Imposible. Todos saben que debe inspirar tranquilidad, seguridad, eficiencia. ¿Y la creatividad? No, no le pidas eso.
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